Blog

Caída estacional en primavera

caída estacional

Con la llegada de la primavera, al igual que les sucede a muchos mamíferos en la naturaleza, es posible que estés notando una caída estacional de cabello más abundante de lo habitual. Como veremos próximamente en un post dedicado a la evolución del ciclo capilar, el pelo pasa por diferentes fases y la renovación, o fase telógena, es una de ellas.

Con los cambios de estación es frecuente que se produzca un efluvio telogénico.

Durante un proceso de efluvio telógeno el ciclo de caída se acelera y ocurre una caída más llamativa y abundante de lo habitual en poco tiempo.

Tiene dos peculiaridades:

  1. Es reversible.
  2. Es temporal.

Otro dato muy positivo es que este proceso no afecta a la raíz y, por ello, es un cabello que vuelve a crecer pasados unos meses.

¿A qué se debe la caída estacional en primavera?

El aumento de las horas de luz durante los meses de primavera propicia una serie de cambios en el sistema neuroendocrino y hormonal que favorecen el exceso de caída.

La buena noticia es que podemos tratar este efluvio para favorecer el crecimiento.

Ten en cuenta que si tu caída es estacional, irá frenando y no será duradera en el tiempo, no suele alargarse más de tres meses o cuatro, lo que dura la estación. Si perdura, te recomendamos consultar con un especialista.

También te recomendamos consultar con tu dermatólogo capilar, si además de una caída exagerada y mantenida en el tiempo, notas pérdida de densidad en tu cabello, ya que en estos casos hay que  estudiar otras posibles causas.

¿Qué puedo hacer para cuidar mi cabello en primavera?

  1. Lávalo siempre que lo necesites. Recuerda que debes mantener el cuero cabelludo limpio para una correcta salud capilar. Como ya os desvelamos en este post, lavarse el pelo no influye en que haya una mayor caída.
  2. Evita el estrés. Realiza actividades que te hagan feliz y practica ocio al aire libre. El estrés y la ansiedad son malos amigos de la salud general y, por tanto, también de la salud capilar. Busca tiempo para ti y cuídate.
  3. Cuida tu alimentación e ingiere vitaminas y nutrientes necesarios para tu organismo, seguir una dieta saludable es beneficioso.
  4. Puedes consultar con tu dermatólogo si recomienda algún tratamiento en tu caso en particular. Cada paciente es único y hay que estudiarlo de forma individualizada.

¡Seguimos!